1. Ahorro de tiempo: se puede resolver el asunto en un breve espacio de tiempo frente a los largos procesos judiciales.
2. Ahorro de dinero: se ahorran los costes de un proceso judicial como honorarios de abogado y procurador o tasa judiciales en su caso. Sólo se pagan las sesiones y el acuerdo final y siempre por partes iguales.
3. No decide un tercero: no decide ni juez, ni jueza, ni árbitro; en la mediación se llega a "tu propio acuerdo", no se resuelve en una sentencia donde puede darse la razón sólo a una de las partes. La filosofía de la mediación es que todos ganan.
4. Los acuerdos son justos, duraderos y equitativos: ayudan al mantenimiento de relaciones futuras entre las partes porque mejora la comunicación y el entendimiento. Son acuerdos duraderos porque se participa en ellos de manera activa siendo responsables de lo acordado.